10 claves del Jubileo de la Misericordia
El pasado año 2015,
en la Basílica de San Pedro en la celebración penitencial con motivo de la
jornada de oración y penitencia 24 horas para el Señor, el Papa Francisco
anunció la convocatoria de un jubileo.
Coincidiendo con el segundo domingo de Pascua, se hizo pública la bula papal de este Jubileo Extraordinariode la Misericordia.
En ella, el Papa da razón de la convocatoria poniendo el foco en el amor, "como ama el Padre así estiman los hijos. Como Él es misericordioso, así somos llamados seres misericordiosos los unos con los otros". (n.9)
La carta consta de 25 puntos que dan respuesta a preguntas muy concretas sobre el Jubileo, y detalla cómo quiere el Papa Francisco que vivamos este Año Santo.
Coincidiendo con el segundo domingo de Pascua, se hizo pública la bula papal de este Jubileo Extraordinariode la Misericordia.
En ella, el Papa da razón de la convocatoria poniendo el foco en el amor, "como ama el Padre así estiman los hijos. Como Él es misericordioso, así somos llamados seres misericordiosos los unos con los otros". (n.9)
La carta consta de 25 puntos que dan respuesta a preguntas muy concretas sobre el Jubileo, y detalla cómo quiere el Papa Francisco que vivamos este Año Santo.
1. ¿QUÉ ES LA MISERICORDIA?
- "Es el acto último y
supremo con el que Dios acude a nuestro encuentro".
- "Es la ley fundamental que
habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros el hermano
que encuentra en el camino de la vida".
- "Es la vía que une Dios y
el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser estimados a pesar del
límite de nuestro pecado".
2. ¿POR QUÉ EL PAPA HA CONVOCADO
UN JUBILEO DE LA MISERICORDIA JUSTAMENTE AHORA?
El Papa responde: "he
anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio
para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los
creyentes" (n.3), en un momento en que la Iglesia vive un tiempo de nueva evangelización.
Se trata de renovar el espíritu del Concilio Vaticano II en su quincuagésimo
aniversario; con el Concilio "la Iglesia sintió la responsabilidad de ser
en el mundo signo vivo del amor del Padre"; ahora "la Iglesia siente
la necesidad de mantenerlo vivo". (n.4)
3. ¿CUÁNDO TENDRÁ LUGAR EL AÑO
SANTO?
Se iniciará este año con la
apertura de la Puerta Santa en el Vaticano durante la solemnidad de la
Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 2015. Y finalizará el 20 de
noviembre de 2016, domingo de nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo y
rostro vivo de la misericordia del Padre.
En la fiesta de la Inmaculada
Concepción, el Papa abrirá la Puerta Santa en el Vaticano en esta ocasión
"será una Puerta de la misericordia, mediante la cual cualquiera que entre
experimentará el amor de Dios". (n.3)
El siguiente domingo, III de
Adviento, se abrirá la Puerta Santa en la catedral de Roma, la basílica de San
Juan de Letrán y sucesivamente se abrirá la Puerta Santa en las otras Basílicas
Papales.
El mismo domingo, se establece
que cada Iglesia particular abra, para todo el Año Santo, una Puerta de la
Misericordia idéntica a la Catedral que es la Iglesia Madre para todos los
fieles, o en la iglesia principal de la ciudad o en una iglesia de significado
especial o santuario.
El Jubileo, por tanto, será
celebrado en Roma y también en las Iglesias particulares como signo visible de
la comunión de toda la Iglesia.
5. ¿CÓMO PROPONE VIVIR ESTE AÑO
SANTO EL PAPA FRANCISCO?
El lema de este año santo es
"Misericordiosos como el Padre". "Es mi vivo deseo, dice el
Papa, que el pueblo de Dios reflexione durante el Jubileo sobre obras de
misericordia corporales y espirituales" (n.15). Redescubrir las obras de
misericordia corporales: dar de comer al que pasa hambre, acoger al forastero,
asistir a los enfermos y visitar a los presos, etc. Y ejercitar las obras de
misericordia espirituales: dar consejo a quien lo necesite, consolar al
afligido, corregir al que se equivoca, perdonar ofensas, rezar por los vivos y
los difuntos...
6. ¿QUIÉNES SON LOS MISIONEROS DE
LA MISERICORDIA DE LOS QUE HABLA EN LA BULA?
Sacerdotes enviados por el Papa
los que les dará autoridad para perdonar pecados especialmente graves incluso
aquellos reservados a la sede papal; estarán presentes en todas las diócesis
"signo vivo de cómo el Padre acoge a todo aquel que busca el perdón".
(n.18)
7. ¿QUÉ DICE LA BULA DEL
SACRAMENTO DEL PERDÓN?
Se pone otra vez el sacramento de
la confesión en el centro de la vida cristiana. Porque permite vivir la
grandeza de la misericordia, en el sacramento de la reconciliación. Dios
perdona todos los pecados con la mediación de la Iglesia. Acudir a la confesión
será fuente de verdadera paz interior. Se prevé que la iniciativa 24 horas para
el Señor se incremente cada diócesis el próximo año, el viernes y sábado antes
del IV domingo de Cuaresma.
8. ¿EL AÑO SANTO SE VIVIRÁ SÓLO
EN LA IGLESIA CATÓLICA?
La misericordia tiene un valor
que sobrepasa los confines de la Iglesia. Nos relaciona con el judaísmo y el
Islam. El Jubileo invita a un diálogo con otras religiones que permitan conocer
mejor y comprendernos para eliminar de este modo cualquier forma de violencia,
menosprecio y discriminación. (n.23)
9. ¿EL AÑO SANTO HABLA DE
ORACIÓN?
Para ser capaces de misericordia,
en primer lugar debemos colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto
significa recuperar "el valor del silencio para meditar la Palabra que se
nos dirige" (n.13). De este modo es posible contemplar la misericordia de
Dios y asumirla como propio estilo de vida.
10. ¿ES CONVENIENTE CRUZAR LA
PUERTA SANTA DE LA MISERICORDIA?
La peregrinación es un signo
peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza
en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un
peregrino que recorre su camino hasta llegar a la meta anhelada. También para
llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar, cada uno deberá
realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. (n.14)
Las etapas de la peregrinación
mediante la cual es posible alcanzar esta meta: «No juzguéis y no seréis
juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Dad y se os dará: os verterán en el regazo una buena medida, apretada, sacudida
y repleta. Con la medida seréis medidos. "(Lc 6,37-38).